Cuando el dolor deja de ser ganancia.
Dr. Moisés Riffo Arteaga
Las diferentes situaciones, a veces dolorosas que vivimos en
la vida, tienen así mismo la virtud, de ser el fertilizante del crecimiento
personal profundo. Durante ese tiempo las heridas del alma, aunque dolorosas,
producen ganancias.
¡Todos sufrimos! El dolor es parte del paquete de nuestra
existencia humana y ese dolor viene en muchas formas: físico, fisiológico, relacional,
psicológico.
Los griegos utilizaban la palabra “odune” (odin) para referirse
al dolor. Ese dolor consumidor, de angustia,
tanto corporal como mental, también producía sabiduría y proyectaba a las
personas un nivel de vida mejor. Por lo mismo entendemos que existe
un sano proceso, llamado "duelo" para transitar por el dolor y lo debemos permitir.
Pero también es cierto
que muchísimas experiencias de dolor y contradicción provocan heridas en el ser
interior, que ¡no cicatrizan! Y es por esto por lo que las personas heridas,
hieren a los demás, y se sienten lastimadas con facilidad.
¡Hay Muchas Personas Heridas!
Posiblemente no todos lo entiendan o vean, pero dolor del alma
puede reflejarse en muchas de nuestras actitudes y acciones.
¡En todos nuestros ámbitos de actividad las podemos
encontrar! Y por supuesto el entorno laboral no está distante a estas
situaciones.
No interpretamos que es por dolor del alma, que un operario
que tiene una capacidad brillante parece un cactus y es muy difícil de llevar. Lo
mismo pasa con quienes entendiendo que forman parte de una empresa de
servicios, resultan poco amigables en el trato con las personas y debemos
cambiarlos antes de perder a otro cliente.
Un supervisor me mencionaba desilusionado, como había
intentado darle muchas oportunidades a una persona que trabajaba en su equipo y
en vez de gratitud o mejor disposición al trabajo, solo recibía situaciones negativas
de la otra persona.
Es posible que, aunque intentamos muchas veces transformar
nuestros ambientes de trabajo en más productivos, aplicamos métodos y técnicas
de trabajo, pero no terminamos obteniendo el resultado esperado, porque no nos
percatamos de que hay gente con herida profundas del alma. Esas personas
lamentablemente alimentan su vida de dolor.
1.
Hay muchas personas heridas y esas personas
alimentan su vida con dolor.
2.
Las personas heridas con frecuencia hieren a
otras.
4.
Las
personas heridas, casi siempre, se hieren a sí mismas.
5.
¡Se tú mismo! es el peor consejo que se le puede
dar a una persona herida.
La siguiente tabla compara esas actitudes. La misma nos
puede ayudar a entender a las personas con las cuales debemos trabajar.
Las personas sin
heridas
|
Las
personas heridas
|
Más dispuestas a cambiar.
|
Menos dispuestas a cambiar.
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Quieren hacer algo para resolver sus
problemas.
|
Se acostumbraron a tener problemas.
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Admiten sus fallas
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No quieren admitir sus fallas
|
Dispuestas a charlar sus problemas.
|
No quieren charlar sus problemas.
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Más dispuestas a aprender.
|
No hay disposición al aprendizaje.
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Dispuestas a perdonar.
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No quieren perdonar.
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Dispuestas a elaborar una respuesta
|
Viven recordando y llevando sus dolores.
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¡Acciones a Tomar!
El cambio de actitud es una de las claves para producir un
clima sano de trabajo. Si cambiamos nuestra manera de pensar, podremos cambiar
nuestra manera de ser.
- · Determine tener ánimo
- · Busque charlar de su dolor con una persona madura y de confianza.
- · Si es una persona de fe, determine confesar su dolor a Dios.
- · Este dispuesto y tome las actitudes necesarias para aprender.
- · Cambie su manera de pensar de negativo a positivo. Cambiar la manera de pensar cambia la manera de vivir.
- · Ocupe su mente de pensamientos positivos, declárelos continuamente y llene su vida de positivismo.
- · Las palabras tienen un poder extraordinario, asombroso en nuestro cerebro. Por lo mismo use palabras de perdón, comprensión, éxito, plenitud de vida y repítalas de continuo.
- Acepte el consuelo como un proceso inteligente para sanar el dolor.
Si entre todos los que formamos
un equipo de trabajo, nos observamos y vemos personas que sufren, usemos
algo de empatía y tomemos en serio marcar el ambiente con expresiones de
entendimiento, de escucharnos más allá de la exigencia de la actividad, por demás nuestro ámbito de trabajo cambiará.
¡vamos a intentarlo!




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